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política y opinión

Por la memoria, la verdad y la Justicia

Presentación del testimonio de la FUA en el Juicio Oral en España, a Rodolfo Scilingo y la última dictadura militar.

CONFERENCIA DE PRENSA: 20 de Enero - 18:00 hs. - HOTEL BAUEN (empresa nacional recuperada por sus trabajadores)

El represor Rodolfo Scilingo es el primer ex militar argentino en ser juzgado "en preesencia" en el exterior, en el juicio que se le sigue por las violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar en Argentina.

La sala en lo penal de la Audiencia Nacional española recibirá el testimonio de aproximadamente 120 personas que declararán contra el ex marino que actuara en la escuela de mecánica de la armada (ESMA) y fuera el primer implicado en reconocer públicamente la existencia de los denominados "vuelos de la muerte". Recordemos que en ellos se arrojó sedados -con lo que llamaban pentonaval-, a muchísimos detenidos desde los aviones, al Rio de la plata.

En 1998, la FUA se presentó en España, ante el Juez Baltasar Garzón, prestando testimonio sobre los estudiantes detenidos desaparecidos durante la última dictadura en nuestro país. Lo hizo en la persona de su entonces presidente Rafael Veljanovich y quién lo sucedía en ese cargo Pablo Javkin.

Este último con el acompañamiento de las actuales autoridades de la FUA, declarará como testigo ampliando la prueba (nuevos elementos y testimonios) de los secuestros y torturas, asesinatos y desaparición de estudiantes universitarios en los próximos días en Madrid.

Acompañarán en la conferencia, representantes de los organismos de derechos humanos que orientaron nuestra lucha.

El único camino para reconstruir nuestro país con dignidad, es en el marco de la estricta aplicación de la justicia, sin concesiones y donde todos nos sometamos en condición de iguales. La impunidad del poderoso lesiona toda posibilidad de proyecto común.

Marcos DUARTE
Vicepresidente FUA

Maximiliano ABAD
Presidente FUA

Carta de Buenos Aires sobre Bioética y Derechos Humanos

Los expertos en bioética y los profesionales de la salud y las ciencias humanas y sociales, de organismos gubernamentales y no gubernamentales de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, República Dominicana, México, Paraguay, Uruguay y Venezuela, reunidos en la Ciudad de Buenos Aires el 6 de noviembre de 2004, al término del Seminario Regional “Bioética: un desafío internacional. Hacia una Declaración Universal” convocado por el Gobierno Argentino, han resuelto pronunciarse sobre cuestiones fundamentales vinculadas a la bioética y su estrecha relación con los derechos humanos, la salud, y el contexto político, socioeconómico, y cultural, internacional y regional:

Convencidos:

1. Que en la actual realidad internacional de la bioética se observan graves amenazas al consenso tradicional sobre las preocupaciones de la misma expresado por el Código de Nuremberg, la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Declaración de Ginebra, el Código Internacional de Ética Médica y la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial, así como por todos los documentos que con posterioridad han fortalecido y profundizado ese consenso;

2. Que esas amenazas se han vuelto realidad con la postulación de un doble estándar moral para países ricos y pobres, con el ataque a la Declaración de Helsinki y el abandono de la misma por algunos círculos académicos y gubernamentales, con la postulación de documentos normativos dirigidos a debilitar aquel consenso, con programas internacionales de entrenamiento en países periféricos financiados por organismos de países interesados en romper ese consenso, y con el cuestionamiento al concepto de dignidad humana que es uno de los pilares del derecho internacional de los derechos humanos que constituye a las Naciones Unidas;

3. Que un presupuesto esencial de la bioética es el respeto de la moral básica que como consenso internacional se expresa en el respeto de los valores fundamentales recogidos en los principales instrumentos del sistema universal y del sistema interamericano de derechos humanos; y que entre esos valores se destacan la vida, la dignidad, la identidad, la igualdad, la integridad, la libertad, la justicia, la equidad, y el bienestar de individuos, familias y comunidades;

4. Que la bioética se ocupa no sólo de los problemas éticos originados en el desarrollo científico y tecnológico; sino también de las condiciones que hacen a un medio ambiente humano ecológicamente equilibrado en la biodiversidad natural; y de todos los problemas éticos relativos a la atención y el cuidado de la vida y la salud, siendo que por ello tiene un presupuesto básico en el concepto de salud integral entendido en la perspectiva biológica, psicológica, social y ambiental, como el desarrollo de las capacidades humanas esenciales que hagan viable una vida tan larga, saludable y lograda para todos como sea posible;

5. Que el desarrollo de las capacidades humanas esenciales sólo es posible cuando se satisfacen las necesidades básicas y que por ello todos los seres humanos necesitan tener acceso al agua potable, a la alimentación, a la vivienda, al trabajo, a los medicamentos, a la educación, a la atención médica y a los servicios públicos de salud; sin cuyas garantías no es posible considerar moral a sociedad alguna;

6. Que sólo el desarrollo de las capacidades humanas esenciales hace posible que todos tengan igualdad de oportunidades para llevar a cabo sus proyectos de vida personales, familiares y colectivos, tengan oportunidad de participar en la vida ciudadana y puedan así manifestar en las diversas formas de ejercicio de la libertad su respeto por la propia dignidad, la valoración y la defensa de los derechos humanos, el sustento del bien común y la afirmación de valores éticos que los constituyen en sujetos morales;

7. Que la posibilidad de constitución de todos como sujetos morales y libres ha sido devastada en el mundo por la pobreza, la indigencia y la exclusión social, como consecuencias de la imposición a los países pobres de políticas económicas que han privilegiado el libre mercado, minimizando el rol del Estado, favoreciendo a la desocupación como variable de ajuste, y provocando la caída de la producción industrial, el endeudamiento externo, la especulación financiera y la corrupción y un profundo deterioro de la calidad de vida;

8. Que como ciudadanos, profesionales y académicos, sostenemos la necesidad de que los Estados recuperen la iniciativa en la creación de condiciones para el bienestar general y el desarrollo humano y sostenible, en tanto éste es un deber moral ineludible del sector público a través de la gestación de los programas y servicios necesarios desde una perspectiva de equidad y justicia social, protegiendo y respetando la democracia, el pluralismo y la diversidad y favoreciendo la construcción de una ciudadanía participante;

9.- Que debe rechazarse como incompatible con el desarrollo humano y sostenible que alienta la bioética, toda forma de discriminación, xenofobia, o racismo, así como la guerra y otras formas de agresión, o de prácticas aberrantes que favorecen una cultura de muerte y opresión incompatibles con la paz mundial y con las libertades fundamentales;

Preocupados:

10.- Por los problemas bioéticos originados en las condiciones sociales persistentes vinculadas con la pobreza, el hambre y la desnutrición, la injusticia y la exclusión social que afectan a la mayoría de la población mundial, entre las cuales se encuentran las mayorías populares de América Latina y el Caribe, Asia y África, así como los pobres y excluidos de los países desarrollados;

11.- Por las actitudes, conductas y posiciones de círculos políticos y académicos a nivel nacional e internacional, que pretenden excluir a las situaciones injustas de pobreza, indigencia y exclusión social de los contenidos de una bioética universal o que pretenden reducir esas situaciones a problemas particulares de los países pobres negando el carácter universalizable y por lo tanto ético de los reclamos de justicia ante las mismas; y asimismo por la ausencia de participación comunitaria en la resolución de los problemas que la bioética permite formular, quedando estas graves cuestiones en manos de “expertos” no siempre compenetrados con las necesidades de los sectores mayoritarios de la sociedad;

12.-Por la persistencia de conductas discriminatorias, xenófobas y racistas, que agravan las consecuencias éticas de los problemas sociales atentando contra la paz y afectando seriamente al desarrollo humano; como sucede en particular con el machismo y los prejuicios de género que discriminan a la mujer, con la marginación y el no reconocimiento de los pueblos indígenas y afrodescendientes, y con los migrantes pobres y la grave situación de los refugiados;

13.-Por las dificultades en el acceso a los medicamentos generadas por las patentes farmacéuticas que monopolizan el conocimiento negándolo como bien social y patrimonio de la humanidad sin tener en consideración siquiera la mortandad de poblaciones enteras víctimas de pandemias;

14.- Por la distribución desigual de los resultados de la investigación biomédica y las patentes sobre productos biotecnológicos derivados de ella, que benefician solamente a una pequeña parte de la población mundial, así como por aquellas iniciativas de un doble estándar moral para países ricos y pobres que atentan contra las obligaciones de una ética de investigación adecuada y aprobada, que garantiza el acceso a los mejores métodos preventivos, diagnósticos y terapéuticos existentes.

Proponemos:

15.- Promover esta perspectiva abierta, crítica y contextualizada de la bioética, en los ámbitos académicos, cívicos y gubernamentales, donde se gesta la opinión pública o se manifiestan los criterios que luego inspiran la formulación y puesta en marcha de normas bioéticas y acciones afirmativas de derechos con estatuto legal, a nivel nacional e internacional;

16.- Recomendar a los gobiernos, en especial de los países de América Latina y el Caribe, el promover que la perspectiva bioética aquí expresada sea incorporada al instrumento universal cuya preparación le ha sido encomendada a la UNESCO, y complementariamente alentar asimismo la redacción de una Declaración Regional de Bioética y Derechos Humanos;

17.- Defender el fundamento de la bioética en los derechos humanos con el fin de desarrollar una ética respetuosa de las culturas, tolerante de las diversidades y cuidadosa de rechazar todo intento de hegemonía doctrinaria o de facto;

18.- Convocar a los bioeticistas, profesionales de la salud, científicos, miembros de la comunidad universitaria, militantes de organizaciones sociales, comunicadores, legisladores y decisores políticos de América Latina y el Caribe, a participar en esta acción tendiente a encarar los problemas de la bioética, de la salud y del medio ambiente, como temas prioritarios que hacen a las condiciones básicas para el bienestar general, la plena vigencia de la justicia y los derechos humanos y la ratificación de una democracia pluralista, social y participativa.

Nos comprometemos

19.-A mantener un diálogo constante y un intercambio que estimule el compromiso responsable, la seriedad intelectual y el respeto de la pluralidad en el ámbito de la bioética como campo interdisciplinario y en el desarrollo de las acciones descritas en los párrafos precedentes, así como a difundir sus resultados;

20.-Nos comprometemos también a promover alianzas estratégicas entre los Gobiernos, las Organizaciones de la Sociedad Civil y los principales actores individuales para fortalecer el pensamiento que hemos hecho público en esta Carta, y para avanzar con acciones concretas hacia la redacción de una Declaración Regional de Bioética y Derechos Humanos.

FIRMAN
Argentina: Marta Bigliardi, Silvia Brussino, Patricia Digilio, Eduardo Luis Duhalde, Carlos Eroles, Luis Justo, Victoria Martínez, Rodolfo Mattarollo, María Luisa Pfeiffer, Santiago Pszemiarower, Mariela Salomé, Alejandra Savoy, Eduardo Tanús, Juan Carlos Tealdi, Susana Vidal; Bolivia: Fernando Ávila, Javier Luna Orozco; Brasil: Volnei Garrafa, Fermín Roland Schramm, Juan Eduardo Siqueira; Colombia: Genoveva Keyeux; Cuba: Daniel Piedra-Herrera; Chile: Miguel Kottow; México: Fernando Cano Valle, José María Cantú; Paraguay: Marta Ascurra; República Dominicana: Andrés Peralta Corneille; Uruguay: Teresa Rotondo; Venezuela: Rosso Grimau.

Se reciben adheciones personales o institucionales al mail slbrussino@arnet.com.ar

ELECCIONES 2004

27 Y 28 DE OCTUBRE

DE 08:00 A 20:00

PARA VOTAR CONSEJEROS DIRECTIVOS TENES QUE HABER APROBADO DOS MATERIAS EL AÑO PASADO O ESTE AÑO. PARA VER SI ESTAS EN PADRON ACERCATE A LA MESITA DE LA FRANJA Y ACORDATE QUE SI ESTAS ES OBLIGATORIO QUE VOTES.

PARA VOTAR CENTRO DE ESTUDIANTES SOLO TENES QUE ESTAR INSCRIPTO AL AÑO ACADÉMICO.

EN AMBOS CASOS NECESITAS PRESENTAR TU DNI PARA PODER VOTAR.

Y EL JUEVES A LA NOCHE TE ESPERAMOS PARA LA FIESTA DEL ESCRUTINIO... NO FALTES!!!

Nuestras propuestas...

para Centro de Estudiantes...

* Donación de libros y material para laboratorios.
* Solicitar un nuevo Gabinete de Informática.
* Solicitar la edificación de nuevas aulas y talleres.
* Realizar un curso para los primeros años, donde puedan ser contenidos y adquirir técnicas de estudio.
* Campaña HIV: promoción y prevención de la enfermedad, y análisis a un bajo costo.
* Archivo de revistas, publicaciones, papers, entrevistas y evaluaciones para las prácticas de Terapia Ocupacional.
* Solicitar la realización de concursos docentes de la Escuela.
* Visitas a plantas industriales.
* Viaje a Expomedical 2005.
* Visitas a Hospitales de Buenos Aires.
* I Congreso del Area de Salud.
* Organización del IV Congreso de Estudiantes de Bioquímica y Biotecnología.
* Trabajar en la implementación de la carrera de Nutrición y del nuevo plan de estudio de Adm. de la Salud.
* Encuentro regional de Terapistas Ocupacionales.
* Bloques horarios de cursado para las carreras de la Escuela.
* Trabajar en la buena implementación de las amterias optativas y electivas.
* Actualización de los planes de estudio de Saneamiento Ambiental e Higiene y Seguridad.
* II Jornadas de Saneamiento Ambiental e Higiene y Seguridad.

para Consejo Directivo...

* Seguir trabajando en el proyecto de la creación de un REGISTRO DE NOTAS.
* Continuamos trabajando sobre el proyecto de modificación de correlatividades de la materia Parasitología.
* Trabajar junto con el Centro en los distintos proyectos de realización de cursos, en peticiones para el bienestar estudiantil.
* Trabajar conjuntamente con las Comisiones de Seguimiento Curricular.

Nuestros Candidatos...

CENTRO DE ESTUDIANTES DE BIOQUIMICA Y BIOTECNOLOGIA

Presidente: Natalia Aguirre
Sec. General: Luis Curto
Sec. Enseñanza: Lucio Eisenack
Sec. Extensión: Emiliano Chaves
Sec. Deportes: Guillermo Blasón
Sec. Cultura: Adrián Coronel
Sec. Material de Estudio: María Verónica Zárate Cardenal
Sec. Finanzas: Gimena Dezar
Sec. Prensa: Jesús Nuñez
Sec. Rel. Obrero Estudiantil: Sebastián Reimondo
Sec. Obra Social y Becas: Bruno Marquez

CENTRO DE ESTUDIANTES DE LA ESCUELA SUPERIOR DE SANIDAD

Presidente: Pamela Bordón
Sec. General: María José Roggau
Sec. Enseñanza: Diego Acevedo Miño
Sec. Extensión: Milagros Clúa
Sec. Deportes: Nazareno Brunas
Sec. Cultura: Roberto Ríos
Sec. Material de Estudio: Gisela Cervasio
Sec. Finanzas: Leandro Ceirano
Sec. Prensa: Romina Dimenza

CONSEJO DIRECTIVO

Corina Centurión (TO)
Gimena Dezar (BIOQ)
Cecilia Gaggiotti (BIOT)
Gastón Finós (ADM)
Santiago Benabén (BIOQ)
Mauro Demichelis (TO)
Juan Barbona (SAN)
Diego Acevedo Miño (ADM)
María Belén Alassia (TO)
Fabiana Faust (BIOQ)

COMISION ASESORA

Pamela Bordón (TO)
Diego Acevedo Miño (ADM)
Juan Barbona (SAN)
María Belén Alassia (TO)
Joaquín de la Cruz Rodrigo (ADM)
Federico Paredes (HIG)

Día del Estudiante sin transporte público que nos contemple.

Nuevamente los estudiantes universitarios y la sociedad santafesina toda, nos encontramos indefensos ante la modificación arbitraria de la tarifa de transporte público.

En el día de la fecha las empresas de transporte locales y la Municipalidad de la Ciudad de Santa Fe, son responsables de dejar sin movilidad a miles de ciudadanos, que se ven obligados a pagar altas tarifas por un servicio de mala calidad. A las constantes modificaciones arbitrarias de las tarifas, se agrega ahora la supresión de los boletos “combinados” y “facultad”(hasta la ciudad universitaria) que encarecen sustancialmente el costo del colectivo, para los flacos bolsillos de los estudiantes.

Es por eso que solicitamos al Intendente de la Municipalidad de la Ciudad de Santa Fe Sr. Ing. Marín Balbarrey, que restablezca las tarifas preexistentes y que sean incorporados los estudiantes universitarios en los pliegos de licitación del transporte público a realizarse en breve, como lo solicitáramos oportunamente en la presentación del Proyecto de creación del Boleto Universitario.

Durante todo el año la Federación Universitaria del Litoral junto con la empresa El Pacú S.A.,(Línea 13) han mantenido un boleto universitario de $0,25.

Consideramos que si el movimiento estudiantil es capaz de establecer esa tarifa, la municipalidad de la ciudad, es capaz de resolver este recurrente problema.

Creemos que los estudiantes debemos ser tenidos en cuenta por las autoridades, más allá de la declamación y formar parte de la solución de los problemas que tenemos los jóvenes que creemos que estudiando, podemos construir un futuro
mejor.

BOLETO: Mentiras, especulaciones y ninguna solución...

Basta de mentirle a la sociedad, queremos soluciones reales:

Desde la Federación Universitaria del Litoral manifestamos nuestra profunda preocupación a partir de la información publicada por nuestro vespertino local “El Litoral” donde la especulación de las empresas de transporte público y la complicidad con el Estado Municipal, no sólo ha tenido continuidad, siendo la única herramienta para el logro de subsidios; sino también demuestra la gran dificultad que tiene el Intendente Martín Balbarrey (por omisión o
negligencia) de resolver, a partir de compromisos jurídicos adquiridos por las empresas, los contínuos incumplimientos y abusos de las mismas impactando seriamente en toda la comunidad santafesina.

Ya en Marzo los estudiantes y el resto de los santafesinos sufríamos los problemas a partir del incumplimiento de recorridos, abusos y atropellos de las empresas respecto de las tarifas en las distintas modalidades (barriales,
combinaciones, centro, boleto Facultad), cuestión que nos encontró en una reunión con el Señor Intendente. En la misma se manifestaba el compromiso en satisfacer las demandas de calidad del servicio que no sólo los estudiantes reclamábamos para el transporte público, lo que implicaba controlar a las empresas y exigir el cumplimiento efectivo de los contratos y evitar aumentos tarifarios.

La situación que enfrentamos hoy, de especulación empresarial para el logro de mayores subsidios, sigue sin ser resuelta por parte del Intendente; las licitaciones no tienen fecha de realización, los santafesinos seguimos librados a la suerte del humor con el cual los empresarios, que siguen facturando, definan cuánto vamos a pagar. Nos preguntamos en este sentido para quiénes se gobierna...

Párrafo a parte merece hablar de la calidad del servicio de transporte público que cualquier sociedad debiera tener si nuestros representantes definieran dentro de las políticas públicas, diseñarlas en función de la comunidad toda y
no para satisfacer intereses particulares.

Manifestábamos también la necesidad de trabajar en conjunto a partir de poner en conocimiento la realidad de los estudiantes universitarios. Desde nuestra representación estudiantil planteamos el objetivo tener un boleto diferencial.
Así, posterior al debate, realizamos nuestra propuesta. El 26 de mayo presentamos el proyecto de creación del Boleto Universitario ante el Ejecutivo Municipal y el Concejo Municipal de la ciudad de Santa Fe.

Nos disponemos a trabajar fuertemente desde el Movimiento Estudiantil Universitario unificado, junto con los estudiantes secundarios y terciarios, en nuestra histórica reivindicación por un boleto para todos los estudiantes con la firme convicción de que el mismo representará una posibilidad más para acceder o permanecer en el sistema educativo público, porque pensamos a la Educación Pública como un derecho, como un valor que nos dará la posibilidad hacia el desarrollo cultural libre, democrático, participativo, como herramienta de movilidad social e igualadora de oportunidades, verdadero punto de partida para el desarrollo íntegro, como sociedad y como nación.

Debemos actuar frente a los avasallamientos de los que a la hora de desempeñarse en la función pública no ejercen la misma con el honor que esta representa. Recuperar a la política como herramienta para el bienestar general, es responsabilidad de todos.

Invitamos a los estudiantes a apoyar esta inicitiva con su firma en todos los centros de estudiantes.


Sebastián Montenotte
Secretario General FUL

Katya Zuska Zurbriggen
Presidenta FUL

Reforma Universitaria: presente en el recuerdo y en la acción

Reforma Universitaria: presente en el recuerdo y en la acción:



Hace 86 años, los estudiantes universitarios argentinos protagonizaron una gesta que transformó radicalmente a la Universidad argentina y que expandió su propuesta ideológica a los cinco continentes.

Gracias a esa verdadera revolución, no solo se dejó atrás el oscurantismo, el elitismo y el autoritarismo, también se sentaron las bases de la Universidad de la excelencia y la masividad, la de la participación y el pensamiento crítico, la de la autonomía y la extensión. Hoy, cuando parece debilitarse el pensamiento neoconservador, los estudiantes argentinos, nos encontramos frente a una disyuntiva similar: o presenciamos el continúo deterioro de la Educación Pública o nos transformamos en protagonistas, es decir, en impulsores y actores de los cambios que las Universidades y la Educación necesitan.

Más allá de los recientes anuncios gubernamentales en torno a los aumentos salariales a los docentes y no docentes del Sistema Público de Universidades, a nadie le escapa que la Universidad Argentina se encuentra atravesada por una crisis estructural que prolonga la agonía iniciada en los albores de la década pasada. En este sentido, conviene precisar algunos de los aspectos que jalonan esta situación para poder así, explorar alternativas de superación que vuelvan a realzar el papel de la Educación Superior de nuestro país.

En primer lugar, un elemento constante y decisivo del ciclo iniciado por el autoexiliado ex presidente Menem, es el de la despresupuestación del financiamiento universitario. Durante los últimos años, se cristalizó la idea de que los costos del Sistema Universitario excedían las capacidades estatales y que este tipo de erogaciones no eran de carácter urgente, prioritario y exclusivo del Estado. De esta manera, se consolidó hasta culturalmente, la des - inversión como criterio orientador del presupuesto y se habilitó el criterio empresarial de generar “fondos propios”, como si eso fuera, la misión comercial de la Universidad. Así las cosas, el crecimiento de la matrícula, las necesidades edilicias y de equipamiento, los magros salarios universitarios, etc., han sido acompañadas por presupuestos congelados o deficitarios o peor aún, “emparchados” con contribuciones exógenas al presupuesto público. Ello explica por qué nuestro país, invierte en la educación universitaria mucho menos comparativamente que países vecinos -ni que hablar, si lo cotejamos con los países centrales -.

En segundo término, la Universidad Pública argentina se encuentra prisionera de un sistema normativo de cuño neoliberal. La mal llamada Ley de Educación Superior – impulsada por el PJ – en los 90, no sólo ha desvirtuado el cogobierno universitario y amedrentado la autonomía de las casas de estudio. También ha sido la “argucia legal” de algunas autoridades universitarias para imponer restricciones a las oportunidades de estudio de muchos jóvenes de nuestro país: exámenes de ingreso encubierto, aranceles, cupos y filtros son moneda corriente en algunas Universidades Nacionales.

En tercer lugar, el debate en torno a la calidad de la educación, se ha visto reducido a criterios de eficiencia que distorsionan el papel de la docencia y la investigación. Pareciera ser que importa más el número de graduados que “produce” cada casa de estudios, sin importar cuál es el tipo de profesional que se está formando, que tipo de compromiso adquiere para con la sociedad que sostuvo sus estudios y cuales son las causas de los abandonos o deserciones. A ello debemos sumarle la devaluada política de incentivos para la investigación.

En cuarto término ,y de la mano de la consolidación del proceso de exclusión estructural que afecta a más de la mitad de la población, muchos estudiantes “sobreviven” en la Universidad con problemas de alimentación, transporte, coste de los materiales, desempleo, etc. Frente a este fenómeno, las raquíticas prestaciones de becas en las Universidades, comparten la impotencia con la apoyatura gubernamental, que ni siquiera alcanza a cubrir al 1% de los estudiantes necesitados.

Por último y quizás el factor más decisivo en nuestra coyuntura, el divorcio entre el sistema universitario y el sistema medio es una de las manifestaciones tangibles de una situación más profunda: la inexistencia de una política de estado en torno a la educación pública. La coronación de la desigualdad educativa a través de la Ley Federal de Educación, impacta de manera directa en las posibilidades de acceso y en la calidad delas trayectorias educativas de los estudiantes. Por esta razón, el debate en torno a la calidad no puede nunca estar disociado del tipo de asistencia estatal a los más necesitados. Dicho de otro modo, la exigibilidad debe ser precedida de coberturas universales para poder garantizar una real igualdad de oportunidades.

Frente a este cuadro dramático, desde la Federación Universitaria Argentina, entendemos que ha llegado el momento de volver a otorgarle un papel prioritario a la educación universitaria como motor de desarrollo y factor de movilidad social. De allí, que entendemos como urgente la articulación de consensos en torno a la necesidad de una reforma educativa integral. Para comenzar, estructurando un espacio multisectorial donde la comunidad universitaria pueda forjar los acuerdos en torno a las transformaciones que el sistema necesita. Primero, motorizando la derogación de la normativa vigente (Ley de Educación Superior y Ley Federal de Educación) como antesala de la promoción de una legislación que respete los principios de gratuidad, ingreso directo, autonomía, cogobierno y extensión en función social para las universidades y que le devuelva la función educativa al estado nacional para el resto de los niveles. Segundo, reuniendo esfuerzos para que el Parlamento, le otorgue la centralidad que se merece, al financiamiento estatal a las Universidades en particular y a la Educación Pública, en general. Tercero, reformulando las instancias de evaluación y acreditación universitaria, permitiendo la participación de todos los claustros. Cuarto, jerarquizando las acciones de extensión universitaria con miras no sólo a potenciar las relaciones entre la Universidad y la Comunidad, sino también a enriquecer y ampliar la formación de los profesionales.

En este sentido, creemos que la Universidad tiene una responsabilidad central a la hora de generar y socializar conocimientos que puedan coadyuvar a superar el proceso de exclusión estructural que azota a la Argentina. Experiencias como la del Programa Nacional de Alfabetización “Nunca es Tarde” - donde más de 600 estudiantes universitarios en 12 Universidades Nacionales, realizan tareas de alfabetización de adultos y apoyo escolar para niños y adolescentes -, constituyen un buen ejemplo de compromiso y de potencialidad para avanzar en esta dirección.

A fin de cuentas, son muchas las transformaciones y los esfuerzos que se necesitan reunir para iniciar este reposicionamiento que la Educación Superior necesita. Para ello, no basta con compartir diagnósticos y elaborar propuestas. Se necesita, al igual que en 1918, del compromiso y la voluntad de todos para vehiculizarlos. A ese compromiso y a esa voluntad, los estudiantes les decimos presente porque entendemos que se trata de un desafío impostergable de la sociedad argentina en su conjunto. Es nuestro mejor homenaje para con los reformistas del 18, es nuestro mayor desafío en esta hora que nos toca vivir. Cómo rezaba el Manifiesto del 18, cómo lo dicta nuestra conciencia: “ Los dolores que quedan, son las libertades que faltan

FORTALECIENDO LA CULTURA DE LA SOLIDARIDAD - Luis Ugalde

El tema de la ética siempre debe ser tratado con un cuidado especial para no caer en el autoengaño, pues en esta materia las palabras de los corruptos no se distinguen de la de los honestos, se diferencian los hechos. Pero además en nosotros mismos es frecuente el engaño de creer que la formulación de planteamientos éticos conlleva las prácticas correspondientes. Si por formulaciones, discursos y proclamas éticas fuera, América Latina competiría por el lugar más ético del mundo y sin embargo ocupamos un destacado puesto de deshonor en la corrupción pública y en el contraste entre ricos y pobres y su brecha creciente.

Si a este Encuentro se invitara a los diez hombres considerados más corruptos en nuestros países, sus conferencias sobre la ética, la honestidad y la virtud social de la solidaridad, serían más elocuentes que las nuestras.

Por otra parte en las sociedades hay tendencias envolventes que crean un clima general que favorece o dificulta grandemente determinado valor ético. Los actores particulares pueden acentuar éste, pero si no tienen muy presente que el viento envolvente va en contra, pueden ser víctimas de su ingenuidad ineficaz.

Daniel Bell en un libro iluminador que hace reflexionar sobre las contradicciones entre economía y cultura, escribía hace más de 20 años:

“La quiebra del sistema valorativo burgués tradicional (puritanismo), de hecho fue provocada por el sistema económico burgués: por el mercado libre para ser precisos. Esta es la fuente de la contradicción del capitalismo en la vida norteamericana”. (Daniel Bell “Las contradicciones Culturales del Capitalismo” 1977 p. 64).

Algo similar pasa hoy con la cultura de la solidaridad, que es esencial para la exitosa sobrevivencia de nuestros países y aun de la humanidad, pero al mismo tiempo es boicoteada por la dinámica económico-tecnológica actual, que refuerza y despliega una cultura exitosa de “individualismo posesivo” que fácilmente relega la solidaridad al mundo marginal de los bellos y piadosos sentimientos que sólo parecieran oportunos en algunos momentos de desgracia.

Con esto quiero decir que debemos ser muy conscientes de que la “solidaridad”, por mucho que la echemos de menos, es una virtud que tiene especial dificultad ambiental para desarrollarse con eficacia y presencia en la vida social, política y económica actuales.

Por ello mismo debe ser cultivada con particular esmero.

El “individualismo posesivo” viene avalado por los éxitos de la economía y la tecnología moderna avanzada y de estos recibe su alto status y consideración. Sin embargo estos éxitos van acompañados de límites y vacíos de humanidad en las sociedades “adelantadas”, y de negación de oportunidades humanas para la dignidad y la vida de la mayoría de la humanidad, sobre todo de los países pobres. El individualismo posesivo, si no tiene fuertes contrapesos culturales, produce el “darwinismo social”, es decir la sobrevivencia exitosa de la minoría más fuerte y la exclusión del resto.

El individualismo posesivo, o mejor dicho las dinámicas económico-tecnológicas y de poder que lo alientan, fomentan la exclusión dentro de los países, el conflicto entre las naciones y la destrucción de la naturaleza; es decir, promueve un crecimiento insostenible en el mundo; en contra del proclamado “desarrollo sostenible”.

Por eso aparece hoy más urgente la necesidad de la solidaridad.

Necesidad muy sentida pero que no necesariamente cuenta con la pronta disposición de moderar y corregir el individualismo para lograr una fecunda relación dialéctica entre ambos principios humanos.

Nuestras reflexiones las hacemos desde la experiencia universitaria, desde la búsqueda de la enseñanza efectiva de la solidaridad y con la pregunta ¿cómo formar nuevas generaciones de profesionales con sentido de solidaridad que atraviese su vida y su ejercicio profesional?..

SOLIDARIDAD Y SOCIEDAD GLOBAL

La globalización es un hecho fundamentalmente como producto de la dinámica económico-tecnológica; por tanto es portadora de un triunfante “individualismo posesivo” cultural y del “darwinismo social” entre sectores, pueblos y naciones. Basta abrir los ojos y ver los resultados en las condiciones de vida de más de la mitad de la humanidad.

Pero la globalización no es unidimensional, y, si bien en esta forma dominante y asimétrica trae mucha miseria, abre también nuevas oportunidades y conciencia más viva de la necesidad de la solidaridad (justamente por falta de ella) en todas sus manifestaciones internacionales. Solidaridad entre pueblos, razas, religiones distintas, que, desde su variedad constituyen una única identidad humana.

Para expresar en pocas palabras un horizonte claro de lo que es el reto actual para la fecunda solidaridad humana que corrija la globalización economicista, asimétrica e individualista, presentamos una breve cita de hace más de 30 años de Pablo VI en su encíclica Populorum Progressio:

“el desarrollo integral del hombre no puede darse sin el desarrollo solidario de la humanidad. Nos lo decíamos en Bombay (en 1965): “El hombre debe encontrar al hombre, las naciones deben encontrarse entre sí como hermanos y hermanas, como hijos de Dios. En esta compresión y amistad mutuas, en esta comunión sagrada, debemos igualmente comenzar a actuar a una para edificar el porvenir de la humanidad”. (Pablo VI Populorum Progressio 1967 n°43).

La actual asimetría en la globalización no sólo consiste en el terrible y creciente contraste entre países ricos y pobres, sino también en que la dominante lógica económica de los más fuertes da alas al individualismo posesivo, mientras que la solidaridad todavía carece de la necesaria coherencia y generalización.

Vemos movimientos de solidaridad en organizaciones sociales no gubernamentales, en la comunicación y colaboración de las iglesias, en el voluntariado que trasciende las fronteras, en protestas, en algunos festivales musicales a favor de damnificados o de otras causas nobles. Pero todo ello es muy insuficiente, como limitadas eran las obras de caridad hace un siglo para revertir la negativa evolución de la miseria y el conflicto en las sociedades hoy prósperas. Es necesaria una institucionalidad, una autoridad, unos presupuestos de solidaridad apoyados decididamente por los estados y por las grandes empresas...

Así mismo son necesarios grandes trasvases de recursos para potenciar a los más débiles y brindarles oportunidades de desarrollo e iniciativa propia. Algo de esto se ha visto por ejemplo en la creación de la Europa Unida con trasvase de miles de millones de dólares para potenciar y nivelar las regiones más pobres de Italia, Grecia, España y Portugal.

Lo mismo pasa en la defensa y cuidado del medio ambiente; hay que pasar al obligatorio cumplimiento de los acuerdos tomados y de otras responsabilidades en defensa del futuro ambiente. Como ocurrió desde hace más de un siglo dentro de las naciones, las políticas económicas, legales, institucionales de bien común, no sólo nacen de sentimientos de solidaridad, sino también de un egoísmo “ilustrado” o bien informado que llega a comprender que si las mayorías no pueden vivir dignamente, tampoco habrá paz, convivencia y seguridad para las minorías privilegiadas.

Por eso hay que buscar alternativas de construcción de espacios transnacionales y unidades metanacionales que combinen dialécticamente el individualismo y la solidaridad, el mercado y el estado, los trasvases de recursos de inversión, la ciudadanía y la nueva conciencia de humanidad, plural y variada.

QUÉ ENTENDEMOS POR SOLIDARIDAD

La solidaridad no es mera tolerancia del otro; como una concesión que le hacemos o un permiso que le damos para que siga existiendo. Es mucho más, es afirmar al otro en sí mismo y hacerlo de tal manera que en su realización esté en juego la mía y en su fracaso nuestra derrota. La solidaridad afirma al otro (a los otros, sean individuos, sectores sociales o países), no como un instrumento útil para nosotros, sino como un absoluto en sí, no instrumentalizable. Hoy la solidaridad no se restringe al cercano borde de la aldea homogénea, sino que se expande hasta el último confín del mundo diverso. Ya es un hecho que nuestros productos de consumo y de entretenimiento llegan hasta allá (o los de ellos hasta nosotros) en alas de la economía, pero la solidaridad, que es el aceite compartido que hace posible construir una humanidad humana, sólo circula a cuentagotas.

La solidaridad incluye:

a) Un sentimiento profundo y operante que nos relaciona con la suerte humana de aquellos con quienes nos sentimos unidos. Afecta a nuestra voluntad y querer. Por eso es fuente fecunda de iniciativas y organizaciones voluntarias.

b) Una acción en favor de y en conexión con, aquellos con quienes somos solidarios.

c) Una comprensión racional de las relaciones, efectos e implicaciones de nuestras acciones. Es decir una comprensión causal de los efectos positivos o negativos, de lo que hacen las personas, las empresas, los gobiernos sobre todo en aquellos cuya vida está negada o en peligro. Esta comprensión causal y racional es fundamental para superar la actual inconsciencia individualista, que con frecuencia no se entera de las terribles consecuencias para otros, de lo que hacemos o decidimos en este mundo tan interconectado o de las muy positivas repercusiones de otras conductas y decisiones nuestras.

d) Una institucionalidad. No estamos hablando de acciones individuales solamente. Los grandes multiplicadores de la solidaridad o de la insolidaridad son las instituciones.

En el siglo XX (en contraste con el XIX) se construyeron grandes y eficaces instituciones nacionales diseñadas por razones de solidaridad y de bien común como vasos comunicantes para reforzar a los más débiles. Nos referimos a los presupuestos públicos de educación, de salud y otros; a los sistemas solidarios de seguridad social; al conjunto de leyes que constituyen el estado social de derecho. Por ejemplo fuera de una cultura de solidaridad no sería aceptable que nos quitaran entre 30 y 60 por ciento de nuestros ingresos mensuales para engrosar el fondo común que se llama presupuesto nacional cuyo origen y uso es de solidaridad. Tanto se avanzó en esto que en 1997 en la Unidad Europea por ejemplo la carga tributaria del ciudadano (incluyendo seguridad social) en promedio fue del 42,7% del PIB, en Suecia del 52,7% y en los países escandinavos en general de más del 50%. Seguramente si estas instituciones no se hubieran creado y hubiera que hacerlo con la actual cultura individualista, no se podría; pero se construyó a partir de la terrible experiencia de la industrialización salvaje, sin leyes, ni controles que llevó a finales del siglo XIX a las sociedades más desarrolladas económicamente al borde de la guerra social y de la exclusión con una inmensa masa proletaria en la miseria y deseosa de acabar con el sistema que los explotaba y excluía.
Las consecuencias del individualismo desatado llevó a valorar la solidaridad en muchas formas e incluso a comprender que, si no se creaban condiciones de vida para todos, no las habría para nadie. Así el papel del mercado y de la dinámica económica fue enmarcado dentro de una institucionalidad más solidaria y regulado y encauzado por el Estado hacia el bien común.

Hoy en muchos aspectos de la vida latinoamericana y de la dinámica global estamos en un contexto similar que requiere de la solidaridad comprendida en sus diversos aspectos.

Comprensión cultural de:

a) La solidaridad como elemento antropológico constitutivo de la persona y de la humanidad(que complementa y corrige al individualismo, que es también constitutivo).

b) La solidaridad como sentimiento y voluntad, es decir solidaridad afectiva.

c) La comprensión causal racional de la solidaridad.

d) Institucionalidad pública, legalidad y efectos presupuestarios que hacen más amplia y efectiva la solidaridad.

Una fuente central de solidaridad es la religión, las religiones, que con diversas formulaciones la alimentan.

Sin embargo es fundamental enseñar a conectar, como lo vemos en los profetas del Antiguo Testamento y en Jesús en el Nuevo Testamento, el amor de Dios con el amor al próximo y buscar la relación del sentimiento religioso y la buena intención con la efectiva acción solidaria, sin pasar de largo frente al necesitado.

Igualmente necesaria es la conexión operativa de ese sentimiento religioso con la acción profesional, con la política, económica e institucional, donde la solidaridad desarrolla todas sus potencialidades multiplicadoras. Esto unido a la acción voluntaria de las iglesias y de las múltiples formas de organizaciones de la sociedad civil.

UNIVERSIDAD Y FORMACIÓN EN Y PARA LA SOLIDARIDAD

Pareciera que también en el ambiente universitario el individualismo posesivo tiene predominio cultural y hasta status científico. En cambio la solidaridad queda relegada al mundo de las consideraciones piadosas de las almas buenas, que todavía quedan.

Si todo se deja a la inercia ambiental y académica, estaremos produciendo profesionales para ser individualmente exitosos, pero no para revertir la negativa marcha de nuestros países latinoamericanos, ni la creciente brecha entre ricos y pobres, ni las precarias condiciones de gobernabilidad, ni el cuidado del medio ambiente... que son componentes esenciales del desarrollo sustentable. Hoy debemos reconocer que América Latina va perdiendo la batalla por un lugar digno en la globalización y avanza hacia un desarrollo no sustentable.

La solidaridad es indispensable para revertir la actual marcha negativa y por ello es necesario plantearla explícitamente y diseñar en cada universidad una estrategia formativa integral expresada en los curricula.

La solidaridad, para que sea algo operativo, debe pasar por la cabeza (lo que pensamos y entendemos), por el corazón ( lo que sentimos y queremos), y por las manos (lo que hacemos), como dice el P. Kolvenbach. Esto es básico en toda estrategia de formación universitaria; para ella hay que incluir su aprendizaje, en los créditos y en las actividades universitarias que deben considerar:

1) El conocimiento contemporáneo de la realidad nacional buscando la comprensión causal de la pobreza e inequidad, al tiempo que se entiende la interdependencia de las acciones y cómo influye en otros lo que hace un país, un sector social, un grupo de profesionales, una empresa, un equipo de gobierno...
Tanto para lograr oportunidades de vida digna para todos, como para privar de ellas a las mayorías, es importante (y no neutral) lo que uno hace con su vida y su profesión.

2) Así mismo hay que hacer un explícito cultivo del sentido del bien común y de lo público, partiendo del hecho de que actualmente la política está desprestigiada y lo público tiene mal cartel a causa de la ineficiencia y de la corrupción; lo que lleva a reforzar el individualismo y dejar la actividad pública en manos de inescrupulosos, de incapaces o de fuertes intereses como el narcotráfico.
Sin sentido del bien común y de lo público no se construye la solidaridad, sino una yuxtaposición social sin coherencia y siempre al borde de la ingobernabilidad. Algo similar debemos decir de la solidaridad latinoamericana para que este continente no naufrague en la globalización, sino que se desarrolle como un bloque fuerte, coherente, consciente de sus intereses y capaz de negociarlos.
También la solidaridad internacional requiere esta nueva comprensión causal.

3) Más importante es el modo de aprender y cultivar la solidaridad como sentimiento. Para ello es fundamental la vivencia de trabajo programado y constante con los sectores de menores recursos. Ahí es donde se descubre y alimenta el sentimiento y compromiso de solidaridad con las personas. Esta vivencia lleva a comprender que la pobreza no son estadísticas y gráficos, sino que tiene rostros humanos y vida y que la falta de solidaridad mata inocentes.
Desde el compromiso universitario en la acción, se busca una comprensión y un enfoque de cada carrera y de su ejercicio en el país capaz de cambiar la actual tendencia negativa.
Aprender a trabajar con los pobres en lo que los potencia y fortalece, y a mirar desde ahí la Sociedad, la Universidad y el futuro ejercicio de la profesión propia o de la responsabilidad empresarial, es el camino para desarrollar la cultura de la solidaridad en la acción y para la acción competente e ilustrada (con comprensión de causalidades y efectos).
Actualmente, no sólo los saberes universitarios están divididos en parcelas sin visión de conjunto, sino también los estamentos sociales, los barrios y las urbanizaciones; en parte debido a la inseguridad, en parte a fenómenos culturales y en parte al creciente encerramiento en ghetos atrincherados y llenos de prejuicios.
Por esta razón las pasantías, el servicio universitario, las tesis y trabajos bien asesorados, tienen que ofrecer a los estudiantes de sectores más acomodados la oportunidad vivencial de encontrarse y solidarizarse con los pobres y también de entender, desde la profesión y desde la responsabilidad ciudadana, la manera de construir una sociedad y un mundo solidario con oportunidades de vida digna para todos.
De esta manera, no desaparece el individualismo no posesivo (que por lo demás es una realidad antropológica), sino que es matizado y complementado por la solidaridad.
Lo que decimos de pasantías dentro de un país sirve análogamente para los otros programas estudiantiles de intercambio con otros países y la creación de la cultura de solidaridad latinoamericana.
El descubrimiento de los fines humanitarios de la humanidad entera y del camino solidario para alcanzarlos, da sentido y orientación a los logros económicos, al crecimiento y al mercado, como instrumentos al servicio de la persona.

4) Al mismo tiempo hay grandes proclamas morales de jefes de estado y otros, a las que es tan dada nuestra cultura latina, casi siempre sin trascendencia ni intención operativa. Es necesario no continuar en este engaño declarativo y encontrar los medios para que esos fines deseables puedan hacerse realidad con planes operativos específicos.
Cierto desarrollo del pragmatismo instrumental y el aprendizaje a poner los medios eficaces y razonables para alcanzar los fines humanos, debe formar parte de la nueva cultura de solidaridad que necesitamos construir. De lo contrario los propósitos moralistas de hoy no se diferenciarán de los de ayer y su impotencia y autoengaño tampoco.

5) Las universidades para llevar adelante esta tarea requieren una buena formación de docentes y de formadores en solidaridad, poner en común las experiencias, los materiales, incrementar los intercambios humanos; así en poco tiempo habrá toda una manera de formar en solidaridad que vaya ganando prestigio y ciudadanía en las universidades. Si se presupone que ya están esos profesores y que ya se tiene la especial metodología de comprensión y vivencia con reflexión y acción, se fracasará.
Al mismo tiempo las universidades contribuirán a que la solidaridad con sus instrumentos de acción crezca en los sectores más pobres y despierten en estos sus talentos humanos y cualidades hoy ignoradas y su sentido de dignidad activa.

6) La ética de la solidaridad no es un último sombrero que se pone a la carrera universitaria, es más bien la sangre que fluye desde el principio en todas las disciplinas y alimenta la visión, el sentimiento y la voluntad. La Universidad es para la Sociedad y en el éxito ó fracaso que ésta tenga en la producción de oportunidades de vida para todos (incluidos los hoy negados), consiste el último examen. Si no lo aprueban, seremos reprobados en la responsabilidad de construir una sociedad para la vida de todos.

Tegucigalpa, septiembre de 2001

Mayor presupuesto

Discusión Presupuestaria

Sin lugar a dudas la universidad pública no estuvo exenta del proyecto neoliberal de los noventa, la comunidad universitaria viene de años de resistencia, en donde nunca se concentraron tantos recursos ya sea de organismos internacionales como del presupuesto universitario con el fin de disciplinar la estructura de la educación superior a un modelo económico social conservador.

La sanción de la ley de educación superior tan escandalosa como ilegitima representa la consagración de un modelo de universidad para pocos. En esencia, detrás de la violación de la autonomía, detrás de la pretensión de aranceles y restricción al ingreso, detrás del ataque a la participación de los claustros, detrás de cada articulo de esa ley reposa la idea de un modelo conservador, excluyente y arbitrario. Se pretendió una universidad elitista y funcional a las necesidades del mercado, vacía del debate político y despreocupada de su entorno social. Sin embargo, el movimiento de resistencia de la comunidad universitaria y la fuerte legitimidad social que tiene nuestro sistema universitario impidieron que se impusiera en el sistema de educación superior las lógicas privatistas.

Hoy después de más de una década de resistencia, la crisis presupuestaria y financiera ya es por todos conocida, con preocupación sostenemos una vez mas que no podemos ser una Nación desarrollada con un presupuesto de un país subdesarrollado.

La educación universitaria en su sentido más amplio: docencia, extensión e investigación y transferencia, deben ser verdaderas políticas de estado capaces de asegurar un proyecto de nación independiente, en paz, con desarrollo y bienestar. Por ello, se hace indispensable universalizar el acceso a la educación superior para lo cual resulta imprescindible aumentar en forma racional y sostenida los recursos que el Estado asigna a la educación, la ciencia y tecnología, esos recursos deben ser considerados una inversión y jamás un gasto.

Es el congreso de la Nación Argentina quien debe garantizar a través de su inclusión en la ley de presupuesto, este aumento presupuestario. Resulta fundamental ratificar la autarquía financiera y la autonomía política de las universidades, de manera que estas en el cumplimiento de su misión social impulsen su conocimiento en las areas de interés general, y así cumplir con el verdadero sentido publico de nuestras universidades nacionales. En este sentido entendemos que mal puede un ministerio sin escuelas decidir los criterios con los cuales se asigne el presupuesto de las universidades. Esto, es claramente violatorio de la autonomía establecida en la Constitución Nacional.

Hoy nos encontramos con un país con enormes sectores sumidos en la pobreza y marginalidad, con un índice de desocupación sin precedentes en la historia Argentina, con un sistema industrial desmantelado y con un tejido social fragmentado. Hay pues un debate abierto sobre las políticas a implementar para salir del neoliberalismo, por ello vemos la necesidad de discutir que Universidad, para que Proyecto de País.

Una universidad volcada a la construcción de una alternativa nacional que termine con la marginalidad social, la concentración económica, la falta de empleo, el abandono moral y la falta de perspectiva de futuro, para cumplir así con la verdadera razón de su existencia.
Un proyecto de país que contemple la inversión en educación, ciencia y tecnología como base para el desarrollo independiente de la nación y el progreso social de sus habitantes.

Reclamar un presupuesto digno es reclamar un proyecto de país que involucre a la educación como eje fundamental de un futuro con igualdad de oportunidades para todos sus ciudadanos, entendiendo el reclamo por mayor presupuesto no, como un reclamo en sí mismo sino como el desarrollo integro de políticas vinculadas a atender la problemática de ingreso, permanencia y egreso, como una responsabilidad del estado y hacia el interior de la universidad como institución pública.

Ingreso

· Articulación con el nivel medio: entendido este como un proceso por el cual el compromiso de la Universidad debe estar basado en la contención socioacadémica de adaptación a los primeros años universitarios, introduciendo al estudiante a la vida universitaria no como un proceso netamente cognitivo sino con políticas de orientación vocacional, ausente por el momento en el nivel medio.
· Becas: un sistema de becas iniciales direccionadas a formar una red de contención con el principal objetivo de que el ingresante pueda utilizarlas para una verdadera inserción y adaptación al sistema universitario, como base de una política de orientación vocacional, evitando de esta manera mermar los altos índices de abandono en los años de inicio.
· Políticas de orientación vocacional: que apunten en dos sentidos; por un lado a suplir las deficiencias del nivel medio y por otro lado como parte de un proyecto de planificación de país ayudando al ingresante a definir su futuro no por cuestiones de necesidad de mercado sino por capacidades y expectativas propias y en función también de contribuir a las necesidades del Estado.
· Planta Docente: para lo dicho anteriormente es necesaria la capacitación y afectación docente para tal fin, entendiendo esto como que la planta docente afectada debe tener un seguimiento no solamente académico sino de vinculación con la problemática social y personal de la realidad individual de cada ingresante. Esto implica la revalorización del docente en doble sentido, por un lado una reconstrucción salarial y por otro una constante capacitación profesional docente y por ende una definición política de la institución de una capacitación docente continua y una movilidad docente periódica.

Conclusión:

Finalmente el reclamo por mayor presupuesto para el ingreso, está fundado en una concepción de universidad donde conciente de la problemática de la desocupación, debe generar los mecanismos suficientes para orientar y contener al ingresante en la universidad, para que sea parte activa de una planificación de país, y no excluido por concepciones mezquinas de que la universidad no se puede hacer cargo de esta realidad.


Permanencia

· Exclusión: hablamos de exclusión y no de deserción entendiendo que el estudiante no deserta, sino que queda fuera del sistema por lo rígido y no por voluntad propia. Esta exclusión se ve manifiesta en la rigidez de los planes de estudios, instando constantemente a la transformación y actualización de contenidos con una concepción de pertenencia social. Otra forma de exclusión se manifiesta en la falta de becas destinadas a los estudiantes ya establecidos en las carreras con el principal objetivo de evitar el empobrecimiento estudiantil permitiendo el costeo y el avance de sus estudios.
· Carrera Docente: apuntando a garantizar la estabilidad por excelencia académica y no por estabilidad propiamente dicha fundado esto en: concursos periódicos, capacitación permanente, revalorización de la actividad docente, recomposición salarial y además en una participación estudiantil a través de la encuesta alumnos mas incipiente.
· Investigación: impulsar la investigación como un proceso de planificación nacional en donde forme parte de una política vinculada fundamentalmente a las necesidades del medio y a comprometer a la comunidad universitaria en la responsabilidad de formar parte de un proceso de transformación y reconstrucción del país.
· Vinculación con el medio: la necesidad de impulsar políticas de investigación que sean sustento de desarrollo regional, así como también su aporte en la imperiosa necesidad de reconstruir el tejido social.
· Responsabilidad en el proceso de enseñanza aprendizaje: proceso que involucra dos actores fundamentales: al docente con responsabilidad social de inculcar contenido académico y además fomentar los principios de moral y ética; y a los estudiantes con la responsabilidad de exigir excelencia académica y responder y comprometerse con el proceso de aprendizaje no solo en su formación profesional sino también como parte del aporte en la planificación del país.

Conclusión:

El reclamo de aumento presupuestario para la permanencia estará fundado en retener y consolidar el proceso de enseñanza aprendizaje, apelando a la responsabilidad de la comunidad universitaria a fomentar el espíritu critico y el sostenimiento y profundización de los principios de ética y moral.

Egreso

· Inserción del egresado: entendiendo como un proceso de aplicación de los contenidos adquiridos dentro del sistema universitario para formar parte de una planificación nacional basada en las necesidades que surjan de estas y no respondiendo a las lógicas o leyes del mercado.
· Retención del egresado: esto se funda en una planificación del Estado, permitiendo que el graduado se inserte en instituciones públicas y no sea cooptado por el sector privado, para contribuir en la reestructuración y recuperación del Estado.

Conclusión:

Finalmente concluimos diciendo que nuestro reclamo por mayor presupuesto no se basa en el reclamo por sí mismo, sino por el contrario, en la aplicación de este incremento en políticas de desarrollo de ingreso, permanencia y promoción de los estudiantes en el sistema, formando parte esto del aporte que puede hacer la universidad en la reconstrucción de un modelo alternativo de país. Este concepto no se basa en una concepción corporativista de claustro ni de sector, sino por el contrario como una apertura de la discusión en que se encuentran involucrados todos los claustros y sectores con el principal afán de que el motor movilizador de un país se basa en tener una sociedad formada y educada.